28.05.2013
Fuente: barrabes.com
Artúclo de Marca
CARLOS
SORIA, KANGCHENJUNGA 2013
"Mi
mayor tragedia en la montaña"
Es difícil explicar la tristeza cuando aún me encuentro
en el campo base del Kanchenjunga y no estamos todos. Es una barbaridad
cinco muertos. Nunca he vivido una tragedia así en los más de 50 años que llevo
y es muy duro asimilarlo, pero la montaña tiene estas cosas. De los 11 que
llegaron a la cima, cinco no lo pueden contar y el resto sufrió congelaciones y
ceguera. Otros 15 decidimos darnos la vuelta y el tiempo nos dio la razón. Era
lo lógico.
"Faltaba
muy poco por subir pero mucho por bajar".
En la montaña lo primero es la seguridad y la vida.
Cuando estás a poco más de 200 metros de la cima y ves tan cerca el objetivo,
es normal la tentación de seguir. Faltaba muy poco por subir pero mucho
por bajar. Y el peligro está en el descenso. El cansancio se multiplica a
8.000 metros, habíamos tardado más de lo esperado y se hacía de noche, el
viento apretaba y encima nos quedamos sin cuerdas.
Muctu, mi inseparable sherpa, me dijo cuando llegó el
momento de decidir: "Nosotros podemos, Carlos". Seguro que le pesaban
las tres ultimas expediciones del BBVA sin cumbre. Pero la lógica me dijo que
aquello estaba muy peligroso. Y que todos no iban a bajar. Por desgracia, mis
predicciones se cumplieron. Luego, Muctu me lo agradeció cuando llegamos
al Campo 4: "Menos mal que me obligaste a bajar". Hubiéramos puesto
nuestra vida en juego si intentamos hacer cumbre. El Kanchenjunga es una
montaña preciosa, de una belleza como pocas, pero muy dura con un terreno mixto
de roca, nieve y hielo.
Estamos viviendo días difíciles en el campo base con
Luis, Carlos, Dani y el resto de la expedición. Dos húngaros, un coreano y dos
sherpas se han quedado en una grieta del Kanchenjunga. Especialmente emotivo
fue ver de cerca el dolor del sherpa que había perdido a su hermano en el
descenso. Está destrozado aquí con nosotros. Ahora toca volver a casa. El
domingo, si el tiempo lo permite, un helicóptero nos recogerá para llevarnos a
Katmandú. Nos espera Madrid, pero pronto volveremos a la montaña. Es parte de
nuestra vida.
Carlos Soria desde el campo base del Kangchenjunga el
24 de mayo del 2013. Al día siguiente pasaría su última noche en el campo base
del Kangchenjunga y empredió el viaje de regreso.
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